The Economist eligió su primer número del 2016 para dejar atrás las ediciones y ediciones que dedicó al “milagro” brasileño. En una tapa lapidaria, la más influyente revista del mundo, tituló “La caída de Brasil” con primer plano de una Dilma Rouseff derrotada.

La nota central del semanario británico fue levantada en los principales diarios del Brasil que alertaron sobre el “año desastrozo” que aguarda a la principal economía de Latinoamérica, según la revista.

“En vez del clima de euforia que sería de esperar en el inicio de un 2016 en el que Brasil será la sede de los Juegos Olímpicos, Brasil enfrenta un desastre político y económico”, según la revista.

Se subraya que la calificadora Fitch le quitó el grado de inversión y la reciente salida del respetado Joaquim Levy del ministerio de Economía; así como la previsión de una contracción del PBI para el 2016 que irá del 2,5 por ciento al 3 por ciento.

Esta misma revista en el 2009 editorializó sobre el "milagro" brasileño, ilustrando la tapa con el Cristo Redentor decolando como un cohete.

“Hasta Rusia va a crecer mas”, lastima la publicación, que señala que el gobierno de Rouseff perdió credibilidad por los escándalos de corrupción como el Lava Jato de Petrobrás.

Destaca además que Dilma enfrenta un procesos de destitución por haber escondido los números reales del déficit.

“Como la B de los Brics, Brasil debería estar en la vanguardia del crecimiento de las economías emergentes. Pero en vez de eso enfrenta turbulencia política y tal vez un regreso a la inflación galopante”, dramatiza The Economist, semanario que refleja el pensamiento de la elite financiera, tan propensa a descubrir “milagros” como a vaticinar “caídas” catastróficas.

“Solamente decisiones difíciles puede regresar al país a la senada del crecimiento, pero por ahora Dilma no parece tener estómago para eso”, agrega el artículo.

La revista reconoce sin embargo que “el sufrimiento del Brasil”, como en el resto de las economías emergentes, responde en gran medida a la caída de los precios de los commodities, principal motor de esos países.

Pero destaca que en Brasil el déficit pasó del 2 por ciento del PIB a un alarmante 10 por ciento.

No es la primer tapa que esta revista dedica a la crisis brasileña, en febrero del 2015 puso a una bailarina de samba del famoso Carnaval de Río, aparecía sumergida en un pantano de una extraña sustancia verde.

Pero esta misma revista en el 2009 habló del “milagro” brasileño ilustrándolo con una imagen del Cristo Redendor decolando como un cohete.